Si quieres tomar decisiones informadas y con un análisis tanto de escenarios positivos como negativos, necesitas una planificación financiera corporativa, un documento en el que unificas los planes de tu empresa, los comunicas y evalúas el horizonte.
Una planificación financiera empresarial articula cuatro factores:
- La inversión;
- Los resultados;
- El balance; y
- La tesorería.
Y te permite gestionar los recursos de tu empresa para que sea viable.
En términos prácticos, es un documento que indica cómo alcanzas las metas de tu empresa en el mediano plazo.
La planificación financiera corporativa parte del diagnóstico financiero empresarial
Hay dos puntos clave desde los cuales se estructura la planificación financiera de tu empresa:
- El diagnóstico financiero; y
- El business plan (o plan de negocios).
El diagnóstico financiero es la herramienta que evalúa las finanzas actuales de tu empresa.
Al examinar el estado de las finanzas, establece el punto de partida para lograr los objetivos empresariales que propusiste en el plan de negocios.
Por su parte, el business plan (o plan de negocios) es el documento en el que recopilas qué hace la empresa y hacia dónde se dirige. Por eso, el business plan contiene desde la estrategia comercial hasta los objetivos de la compañía.
Estos últimos tienen que ser objetivos MARTE: medibles, alcanzables, realistas, temporales y específicos. Tal vez los conozcas como objetivos SMART (inteligentes): specific (específico), measurable (medible), attainable (alcanzable), relevant (relevante) y timely (determinados en el tiempo).
El business plan describe a qué se dedica tu empresa y cuál es su dirección.
Una vez sabes hacia dónde se dirige tu empresa y analizas su situación financiera actual, estás listo para estructurar la planificación financiera, porque tienes el punto de partida y el punto de llegada de tu viaje. Solo te falta el GPS con la ruta trazada, o sea, la planeación financiera de tu empresa.
¿Qué es la inversión en el plan financiero corporativo?
Como ya te adelantamos, uno de los factores que se articulan en la planificación financiera empresarial es la inversión, tanto monetaria como de talento, para que puedas alcanzar las metas establecidas en el business plan.
La inversión establece los recursos para lograr los objetivos de las líneas de negocio de tu empresa. Por lo tanto, establece y contrasta las ventas (qué ingresos se esperan) con los costes (qué gastos tiene tu empresa).
Pero no se queda solo en la descripción. La planificación financiera corporativa analiza mínimo dos escenarios para determinar cuáles son las ventas mínimas que la empresa debe cumplir para no quebrar y cuáles son los costes máximos para que aún haya ganancias.
Los escenarios son: uno positivo y uno negativo, como mínimo.
Además, para que la planificación financiera empresarial sea sólida tienes que incluir un plan de inversiones; por ejemplo, qué equipos o inmuebles vas a comprar para hacer realidad el business plan y con qué recursos vas a adquirirlos.
Antes de continuar, te recordamos que una inversión se diferencia del gasto por la amortización. Inviertes cuando recuperas el dinero porque aquello que adquiriste te permite generar más ingresos.
En el plan de inversión incluyes también la financiación.
Determina, entonces, de dónde salen los recursos. Puede ser de las ventas o de deuda (con una entidad financiera o en rondas de inversión si tu empresa es una startup).
Para esta sección de la planificación financiera corporativa, ten en cuenta la capacidad de endeudamiento de tu empresa. De esta manera, te aseguras de no sobrepasarla ni quedar en números rojos.
Y, en la sección de gastos, incluye un apartado para la explotación, para todos aquellos gastos necesarios que no son inversión, pero que traen ganancias, como el presupuesto para marketing.
Recuerda que tienes que gastar para vender y aumentar tus ganancias.
Incluye los resultados y el balance en tu planificación financiera empresarial
Ahora que estableciste las fuentes de dinero que te permitirán llegar donde quieres, e identificaste los costes, las inversiones y las ganancias, es momento de contrastarlos.
Así, identificas el punto de equilibrio y estimas la rentabilidad de tu empresa y su desempeño.
Todo, en escenarios positivos y negativos, porque la planificación financiera te da la mayor cantidad de información para que puedas actuar en un futuro según la situación que se haya desarrollado.
De esta manera, no tomas las decisiones con cabeza caliente, sino que cuentas con un plan de acción que te permite pivotar y tomar un mejor camino.
Ligado a los resultados y el balance, incluye en el EBITDA, o utilidad sobre el flujo, un indicador para medir las ganancias de tu organización.
Y asegúrate de que el balance tenga dos enfoques:
- La estructura económica, o lo que tiene tu empresa; y
- La estructura financiera, o lo que debe tu organización.
La tesorería en la planificación financiera corporativa
Aunque la planificación financiera empresarial no está enfocada exclusivamente en la contabilidad de la empresa, incluir el flujo de caja es fundamental.
Incorpora:
- El periodo de facturación; y
- El periodo en el que pagas a los proveedores.
Así, evitas situaciones riesgosas por falta de liquidez.
Por ejemplo, si tus clientes pagan las facturas a 90 días después de ejecutado el servicio o entregado el producto, pero tu empresa paga a los proveedores a 30 días, claramente, hay un periodo en el que no tienes flujo de caja.
¿Por qué mi empresa necesita una planificación financiera?
- La planificación financiera comunica los proyectos de tu empresa y alinea todas las áreas para que trabajes juntas con un objetivo común.
- La planificación financiera unifica la información en un mismo documento y provee un escenario general y detallado de las aristas del desarrollo de tu empresa.
- La planificación financiera analiza escenarios y proyecta sucesos, lo que te permite anticiparte a determinadas situaciones que, en otras circunstancias, podrían poner en peligro a tu empresa.
Es una hoja de ruta en la que:
- Estableces la mejor estructura de los gastos según el nivel de operación de tu empresa.
- Reduces la incertidumbre porque sabes cómo actuar y cuándo.
- Identificas el nivel de rentabilidad esperado.
Además:
- Aumenta la eficiencia de tu empresa porque tu equipo de trabajo se enfoca en los resultados y actúa con un propósito claro.
- Es una herramienta de evaluación de desempeño.
- Da seguridad a los accionistas porque se establece cuándo recuperan el capital invertido y la rentabilidad aproximada.
En resumen, la planificación financiera empresarial es un presupuesto detallado con tácticas, estrategias y escenarios posibles para que tu organización cumpla sus objetivos.
Y con ella:
- Prevés eventos.
- Te es más fácil decidir.
- Estableces mecanismos para corregir la gestión de los recursos.
El plan financiero es la vida de tu empresa.
